lunes, 19 de febrero de 2007

¿No es rarita nuestra Historia?

Las leyes de separación entre Iglesia y Estado las dictaron entre Juárez y Comonfort allá por mediados del siglo XIX... lo lógico hubiera sido que la Iglesia se levantara en guerra, pero ésto no pasó sino hasta el Gobierno de Calles, durante la guerra cristera... ¿raro, no?

Las primeras votaciones se dieron en 1812 por influencia de la Constitución de Cádiz, pero fuera de la primera elección no se volvió a dar otra elección limpia sino hasta la elección de Ernesto Zedillo.

Las leyes de Reforma Agraria las dicta el Congreso Cosntituyente de 1917, con Carranza en la presidencia, pero la Reforma Agraria no se aplica sino hasta el gobierno de Cárdenas.

Si bien las intenciones se promulgan muy tardíamente con respecto a su aplicación en occidente, acabamos aplicándolas mucho más tardíamente y mal. Hay una inconsistencia entre lo que decimos y lo que hacemos, y va para TODO el pueblo mexicano, desde la privilegiada clase de los empresarios de altísimo nivel, pasando por el el presidente hasta el más ínfimo plebeyo. La inconsistencia es una característica constante en nuestro comportamiento y eso se refleja en el desarrollo de la Historia y en la forma como la leemos. Las inconsistencias de nuestra Historia se pueden ennumerar hasta el infinito.

Cuando a los matemáticos no les cuadra una ecuación hablan de "inconsistencias", y generalmente se deben a que la ecuación está mal planteada.

¿No nos pasará lo mismo con nuestra Historia?

La manera en que leemos la Historia nos lleva a determinar una acción sobre el presente.

¿No será que leemos nuestra Historia de manera que ya no tenga caso, ante nuestros ojos, el actuar en consecuencia?

Nuestra Historia oficial está diseñada para NO ACTUAR.

Los males siempre se deben al maloso extranjero o al cochino traidor santanna-salinas en turno, pero nunca a nosotros mismos, nosotros el "pueblo" nos la pasamos o como víctimas o nomás como el chinito: milando.

Los bienes, igual, se deben al "Tata" Cárdenas, al "Padre de la Patria", al "Benemérito...", siempre una figura paterna-benefactora, o materna-benefactora, pero nunca a la población ni a la sociedad, como si los caudillos trabajaran solitos contra el mundo.

Es una Historia leída e interpretada para irresponsabilizarnos.

Ni tanto, Maestro Vasconselos.
¿Pero qué tal si nos atreviéramos a leer la historia de manera distinta?

Últimamente se ha dado una corriente revisionista de la Historia que tiende a desmantelar los grandes mitos forjados en el siglo XX, sobre todo aquellos que se nos inculcaron en las escuelas públicas. Me parecería bien si esto no estuviera enmarcado en un intento de desmantelar el escaso marco teórico que nos lleva afijar una identidad, aunque sea falsa y endeble frente al proceso globalizador. Muchos dicen que sí, que está bien dejarnos de mitos y mitotes y ya entregarnos a los procesos naturales del mundo... okey, estaría de acuerdo si no me lo dijeran desde detrás de sus puestazos en el gobierno o los corporativos, sus viajes al extranjero desarrollado (ojo que ninguno de ellos se va de mochilazo a Calcuta)... la verdad es que no confío en ellos. Porque estoy de acuerdo en que nos dejemos de mentiras, pero ¿a cambio que nos dan?... nos destruyen el jacal porque es insalubre y al final nos dejan a la intemperie.

¡Culeros!

Las mentiras de mis maestros.
De Luis González de Alba, ilustra Gis.
Editorial Cal y Arena.

Este está chidito, sobre todo en el apartado a lo de la matanza del 68.
Me parece plausible tomar en cuenta que la masacre dl 68 se pudo dar por simple inoperancia entre los cuerpos armados y los grupos de élite de Gobernación. Solo cabría perguntar ¿se aplica el mismo esquema para el Jueves de Corpus y el 10 de junio? Y el capítulo final dedicado a criticar a los indígenas y al indigenismo me parece un tanto duro con un sector social al que se le ha golpeado hasta con la pila bautismal... el capítulo es hasta racista, diría yo. Pero si lo encuentran, porque está agotado, léanlo, vale la pena.


Los 10 engaños al pueblo de México.
De Mauro Rodríguez y Alicia Avellaneda.

Ilustra Rius.
Editorial Pax
Este está bien interesante. Mauro Rodríguez está fuera de los círculos intelectuales y periodísticos tradicionales y aporta observaciones interesantes. Se dedica a dar seminarios sobre creatividad y cosas de esas. En particular este libro es una reflexión que creo que vale la pena tomar en cuenta, recomendable. Los capítulos dedicados al trabajo y a la educuación son notables. Las ilustraciones que vienen son de Rius, aunque Rius no las hizo ex-profeso para esta edición.


Mitos de la Historia Mexicana, de Hidalgo a Zedillo.
De Alejandro Rosas.

Interesante libro que ilustra lo que comenté arriba, a diferencia de las dos recomendaciones anteriores que destilan buenas intenciones, éste desmantela también nuestra Historia, pero también hay que ver quién recomienda. Es bueno leerlo, pero hay que ir más allá de lo que nos propone Alejandro Rosas. Desagámonos de nuestra Historia... pero jo'er tío... hagamos la chamba completa: reescribamos otra, y si podemos, una mejor... y aquí vendrá la otra pregunta: Mejor, pero ¿para quién?



¡Y es que, órale, va!
Está chido el intento de desmantelarnos las mentiras, el Chuy dijo que la verdad nos hará libres: va, pues...
Pero y ¿luego?... al final solo queda una sensación de consternación que puede también ser falsa... una de las cosas que nuestra cultura alimenta constantemente en nuestras propias mentes es esa sensación de que no se puede cambiar nada, un pesimismo inmovilizador que nos atasca constantemente en el atraso esperando que venga algo o alguien a resolverlo todo...

¡Pero aguas!... ahora, con el pretexto de que nadie va a resolver los problemas de los mexicanos (pobres, porque los mexicanos ricos tienen otros problemas) más que los propios mexicanos (pobres, porque los mexicanos ricos tienen a los banqueros extranjeros que les ayudan), se quiere acabar con el "populismo" y de paso con todo lo que implique gasto social. La tesis neoliberal es que olvidando la Historia, que solo obstruye el libre desarrollo del mercado, y que para entrar en su mood, basta con solo un simple cambio de actitud ante la vida, y así, gracias a una nueva visión de las cosas se convertirá esto...
... en esto:

Se antoja un poquito disparatado ¿no?
¿Pero saben qué es lo más cabrón?
¡Hay quien lo cree!
@_@

Y si hay quien crea eso... ¿quién no va a tragarse cualquier cuento?
Y aunque a duras penas resulte esto:

... aún ésto no se logra con simples teletones, votaciones en las urnas y arengas de Miguel Ángel Cornejo... pero les juro que hay quien lo cree y se lo traga.

Nah, nah, nah...
Me estoy cagando fuera de la basinica. La Frida de Salma es un mal ejemplo, aún y con todo lo mala que pueda ser. La cinta genera y distribuye más recursos que la industria cinematográfica mexicana. Es una cinta que solo puede ser posible en Hollywood. Es nuestra Historia contada para consumo gringo.
NO es producto de nuestra Historia cinematográfica.


¡Chingao!

¿Y cómo tendríamos que recontarnos la Historia?

Continuará...


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