Navegando en domingo fui al blog de Bef, muy recomendable, visítenlo.
Una cosa curiosa me pasa en su blog: Bef siempre sugiere temas que le dan vuelo a mi rollo mareador, doy copy/paste a mi respuesta al post de Bef El blues del ateo, donde exige respeto a la no creencia.
Una cosa curiosa me pasa en su blog: Bef siempre sugiere temas que le dan vuelo a mi rollo mareador, doy copy/paste a mi respuesta al post de Bef El blues del ateo, donde exige respeto a la no creencia.
Te voy a contar una anécdota personal, mi Bef.
Cuando dije en mi casa que era ateo, mis padres se quedaron callados. Fue a la hora de la comida y al terminar mi madre se fue a la cocina a lavar los trastes: raro porque mi madre nunca los lava, siempre manda a mi padre a que lo haga. Fui a la cocina y la encontré llorando.
-¿Por qué lloras, mamá?
-¿Y cómo no, hijo, si te vas a condenar?
Años más tarde mi padre, quien se desvive haciendo chistes de Cristo -unos de su propia autoría y muy buenos, por cierto- una vez que compartíamos tragos me dijo muy preocupado: ¿pero de veras no crees en nada, hijo? Había que ver su gesto... su gesto era de legítima preocupación. Era amor.
Me dí cuenta que la religión, como la no-religión es un asunto del espíritu, es decir: un asunto absolutamente personal e íntimo. Dos parientes míos a los que quiero mucho son ahora muy apegados a la religión: me cuentan que cuando estaban en la lona escucharon una voz, sintieron una mano cálida que los tocaba seguida de una paz profunda y reconfortante: no creo que mientan, creo que dicen la verdad. Tengo mis teorías para explicar lo que pasó, ellos no se complican la vida y dicen que fue Dios... ¿mi explicación los hubiera sacado del agujero donde estaban?, no lo creo, y sobrevivieron gracias a su experiencia mística: ¿tengo derecho a quitárselas?. Yo estoy acostumbrado a vivir con dudas y no me angustia la incertidumbre, pero hay gente que no lo tolera: necesita a Dios.
Lo que ha cagado de los ateos es que hay quienes se dicen ateos y van por la vida burlándose de la creencia ajena. Hace poco descubrí una estrategia para quitarme de encima a la gente clavada, si me preguntan si creo en Dios, respondo: "No, pero eso no significa que no exista", es la verdad y la gente se queda tranquila; lo que los alarma es que les sugieras que todo en lo que ellos cimentan el sentido de su vida no existe, y reaccionan con miedo. Mientras el conocimiento científico no palíe la angustia seguirá existiendo la religión, y el conocimiento no alivia la angustia, genera más... mal pex.
A estas alturas si Dios existe o no, me tiene sin cuidado. Total, cuando me muera, si me presento ante él y es todo amor y benevolencia entenderá mis dudas y seremos felices... y si no lo entiende y es ese Dios tiránico y castigador, pos que vaya y que chingue a su madre que al fin ni tiene... pero eso, señores religiosos y creyentes, va ser un asunto entre Dios y YO, así que no se metan que vamos solos.
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